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Ocupa varias estancias de la Colegiata, con obras mundialmente conocidas.

El "Tríptico de los Reyes Magos ", de finales del s. XV, atribuido a Gil de Siloé, o una excelente pintura de "Cristo resucitado ", de Diego de la Cruz; otra de la virgen, atribuida a van Eyck, y varias del maestro Sedano o de los mejores pintores castellanos y flamencos.

Se enriquecen sus fondos con una buena representación escultórica, desde la época medieval hasta el s. XVIII, junto con los espacios dedicados a cerámica, ornamentos y orfebrería.

Dispone de servicio de guías: el sacerdote es el encargado de las visitas.